martes, 24 de agosto de 2010

Prácticas ecosóficas y restauración de la ciudad subjetiva.


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El ser humano contemporáneo está fundamentalmente desterritorializado. Sus territorios existenciales originarios –cuerpo, espacio doméstico, clan, culto ya no se asientan sobre un terreno firme, sino que se aferran a un mundo de representaciones precarias y en perpetuo movimiento. Los jóvenes que deambulan con un walkman pegado a la oreja sólo escuchan melodías producidas lejos, muy lejos, de su tierra natal. Además, ¿qué puede significar para ellos “su tierra natal”?. Seguramente no se trata del lugar donde reposan sus antepasados, donde vieron la luz y morirán. Ya no tienen antepasados; han ido a parar allí sin saber porqué y desaparecerán de la misma manera. Una codificación informática les “asigna una residencia” a partir de una trayectoria socio-profesional que los programa, unos en una posición relativamente privilegiada, otros en una de beneficiarios.......

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